21 junio 2008

Muere Miguel Gutiérrez, el fiscal comprometido

El jurista se había jubilado hace cuatro años tras haber sido uno de los primeros en perseguir las imprudencias en la siniestralidad laboral

Luchador hasta el final y defensor de las causas comprometidas. El fiscal Miguel Gutiérrez murió la madrugada de ayer a los 74 años de forma repentina y tiñó de luto gran parte de la sociedad alicantina. En su último día hizo muchas de las cosas que le apasionaban. Por la mañana se reunió con el presidente de la Autoridad Portuaria para negociar la instalación de un monumento a Eusebio Sempere en el Puerto de Alicante en memoria de los muertos al final de la Guerra Civil en Alicante; pasó a visitar a sus antiguos compañeros de la Fiscalía; y por la tarde estuvo en el parque jugando con sus nietas, hasta que la muerte le sorprendió por la noche en su casa. Pese a que llevaba casi cuatro años de jubilación, su actividad no había bajado ni un ápice. Miembro de la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica, también era presidente de la Asociación de Estudios Miguel Hernández y asesor de la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas. El funeral, que consistirá en un acto cívico, se celebrará hoy a las 11.45 horas en el tanatorio la Siempreviva de Alicante.
Esta intensa actividad ha sido la que ha marcado su trayectoria profesional desde que ingresó en la administración de Justicia como oficial de sala en 1957. En 1962 fue nombrado secretario judicial de la Audiencia y en 1972 se incorporó a la carrera fiscal y destinado a Lérida donde fue fiscal jefe durante dos años. A finales de los años 60 se incorporó a la organización clandestina "Justicia y Democracia" formada por jueces y fiscales que se oponían a la dictadura franquista. Gutiérrez regresó a la Audiencia de Alicante en 1976 donde desde 1988 ejerció de teniente fiscal y fue coordinador de la Fiscalía de Accidentes Laborales. En este área, consiguió las primeras condenas a empresarios por falta de seguridad en el centro de trabajo, algunas de ellas sin que hubiera accidentes. En su jubilación fue condecorado con la Cruz de San Raimundo de Peñafort por el fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido.
"Es una pérdida irreparable para todos los amantes de la democracia y la libertad", decía su compañero de la comisión cívica Manuel Parra, con quien había estado revisando las últimas semanas los expedientes juríficos de 27 alicantinos fusilados por el franquismo el 15 de noviembre de 1939.
El presidente del Colegio de Abogados, Mariano Caballero, destacó su coherencia vital y su compromiso con los ciudadanos. El presidente de la Audiencia, Vicente Magro, subrayó que ha formado a toda una generación de juristas, mientras que la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas lamentó que se hayan podido apreciar los frutos de su trabajo por las víctimas del franquismo por la intransigencia de algunos.

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