15 septiembre 2008

Aumentan un 80% las negligencias de abogados

La crisis económica ha duplicado los siniestros producidos por abogados en el último ejercicio. Las reclamaciones se han disparado un 80%: de 47 incidencias mensuales en el curso 2006-07 han pasado a registrarse 85 en el periodo 2007-08. Un escalada sin precedentes, que aunque tiende a estabilizarse, prevé elevar a 100 las negligencias mensuales en 2009, según datos facilitados a LA GACETA por Dual Ibérica, la aseguradora del Consejo General de la Abogacía (CGAE). “En España ya existía mucha cultura de reclamación contra los abogados, que ahora se está viendo acentuada por la crisis económica”, explica Andrés Martínez Clavel, director de siniestros de Dual Ibérica, firma que asegura a un total de 41.000 abogados de 43 colegios españoles.
El coste medio de los siniestros causados por letrados también ha sufrido un incremento. Mientras que en 2006 la media se situaba en 6.000 euros, en 2008 la cifra ronda los 8.000 euros. Detrás del 44% de estas reclamaciones están los descuidos en el vencimiento de los plazos como, por ejemplo, no interponer un recurso a tiempo. Gran parte de estos olvidos se deben, según Martínez, a la dificultad del derecho procesal español. A continuación, aparecen las negligencias debidas al desconocimiento de la legislación fiscal (15%) y la laboral (7%). Los asuntos laborales son los que están experimentando un repunte directamente relacionado con la crisis económica. “Cada vez hay más siniestros de asesoramientos negligentes de abogados en concursos de acreedores y expedientes de regulación de empleo”, apunta Martínez. No obstante, las reclamaciones más cuantiosas siguen estando relacionadas con asuntos fiscales. “Nosotros hemos llegado a pagar 300.000 euros en un caso en el que el abogado se equivocó en un tema de IVA”, ejemplifica este experto.

El incesante goteo de siniestros provocado por el desconocimiento legal se debe, según Martínez, a que en tiempos de crisis los despachos quieren abarcar todos los asuntos que les presente el cliente, aunque no sean especialistas en ellos: “La gran competencia que existe provoca que un bufete especializado en temas laborales, acabe haciendo declaraciones de la renta. Esto es sumamente peligroso y así lo constata el aumento de siniestros que estamos registrando”.

El alarmante aumento de siniestralidad contrasta con la falta de interés que muestran los abogados por su póliza de responsabilidad civil profesional. “En España, a diferencia de otros países, no existe una cultura del seguro entre los abogados. Los letrados no son conscientes del riesgo en el que incurren en el ejercicio de su profesión”, lamenta Juan Aznar Gáldiz, director de estrategia y desarrollo de Dual Ibérica. El problema reside en que la relación abogado-cliente históricamente se ha basado en una relación de confianza que progresivamente se está convirtiendo en una mera relación mercantil. “El abogado no se imagina que su cliente le puede llegar a reclamar y por ello se limitan a contratar la póliza más sencilla que ofrece el colegio profesional, que tiene una suma mínima asegurada”, explica Aznar.

Pero esa inconsciencia puede salirle muy cara al letrado: “Se han dado casos en los que a un despacho unipersonal se le ha interpuesto una demanda de 120.000 euros, que no es una cantidad desorbitada, y esa sanción ha supuesto el cierre del despacho. Tener un buen seguro contratado no sólo salvaguarda tu negocio, sino también tu patrimonio. Además, es una auténtica garantía para el consumidor”. El papel de los colegios profesionales es vital a la hora de concienciar a los abogados. “Hay colegios como el de Valencia que sí toman ese guante y dan mucha formación, pero es de los pocos que actúan en este sentido”, critica el director de estrategia y desarrollo.

La Ley de Sociedades Profesionales ha variado algo esta tendencia, ya que desde su aprobación hace un año, obliga a contratar un seguro a todas las firmas que se constituyan como sociedad profesional. De hecho, Dual Ibérica ha experimentado un aumento de contratos de pólizas de despachos al margen de las que ofrecen los colegios. Pero el problema, según los expertos, reside en que la ley no fija la cuantía mínima de la póliza. No obstante, consideran que en el desarrollo reglamentario de la misma, el legislador establecerá una cantidad.
La mayoría de las reclamaciones que cursa Dual Ibérica son extrajudiciales. “Esto se debe a que al abogado no le gusta judicializar los siniestros porque se siente incómodo”, explica el director de siniestros de la aseguradora. No obstante, en estos casos la vía extrajudicial es la más conveniente, según los expertos, ya que es la más rápida. “Los abogados quieren que el conflicto se resuelva lo antes posible para no perder al cliente y la vía judicial puede alargarse demasiado. Nosotros, de hecho, tenemos siniestros en juicio desde 1998”, concluye Martínez.
(Fuente: http://www.gaceta.es )

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