28 abril 2008

Los juzgados están sobrecargados y los jueces trabajan al límite

ENTREVISTA A JUAN LUIS DE LA RÚA. PRESIDENTE DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA.-

Acaba de presentar la memoria anual del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, un pormenorizado análisis de la justicia actual, y el cansancio se refleja en su rostro. Tal vez cansado de repetir las mismas cifras ante los diferentes agentes sociales, el presidente Juan Luis de la Rúa se explaya con el viaje que hizo a Nicaragua para poner en marcha el proyecto de Ley del Jurado. A la vuelta le dijo a una colega francesa: "No tenemos derecho a quejarnos".

REGINA LAGUNA ¿La justicia era un polvorín a punto de estallar?
No tanto, hay sectores de la Justicia que marchan bien y otros que requieren atajar problemas. En la memoria ya insistí en que la entrada de asuntos en la Comunidad Valenciana supera en amplísimos tantos por cien los módulos de productividad establecidos por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). No podemos trabajar a nivel de distribución de órganos sin tener en consideración el dinamismo de esta comunidad, que no es el mismo que en otro lugar de España, hay que adecuarse a las exigencias de la realidad social.

Ponga un ejemplo.
Daré datos del Instituto Nacional de Estadística. La Comunidad Valenciana es la segunda autonomía donde se produce la mayor concentración de extranjeros, con un 13,99%. Hay 15 municipios en Alicante donde la población extranjera supera la local, como San Fulgencio, con un 73%. Y somos las segunda después de Madrid en número de asuntos que entran. Otro ejemplo, Asturias tiene 13 jueces por 100.000 habitantes, nosotros, 9. Y con un índice de entrada menor.

En consecuencia...
Las consecuencias son dos: que los juzgados están sobrecargados de trabajo y que los jueces están trabajando al límite, con el riesgo de que las resoluciones se valoren por la cantidad y no por la calidad, porque hay que sacar papel... Y yo tengo que pedir más órganos.

¿Qué fuerza tienen los jueces ante el Gobierno de turno para exigirle recursos humanos y materiales, ya que no pueden ir a la huelga...?
No me gusta utilizar medios de fuerza, sino el convencimiento, la reflexión, el trabajo... La política de la Sala de Gobierno ha sido de buscar soluciones y presentar propuestas ante el CGPJ o la Conselleria de Justicia. No critico por criticar: "Analicen y vean si esto es una realidad", les digo. Pero propuse al Ministerio la exclusividad de los juzgados de violencia tras la mala experiencia de Alicante, y me hicieron caso. En ejecutorias, hemos hecho dos propuestas al ver el desbarajuste actual y propusimos devolver el cumplimiento de las sentencias a los juzgados de lo penal, pero el Ministerio no lo aprobó porque a contra corriente, porque está previsto en la nueva oficina judicial.

Entonces, ¿no ayudará a agilizar la justicia la nueva Oficina Judicial?
Ya en la memoria de 2006 avisé al hablar de la Oficina Judicial que me preocupaba el servicio común de ejecuciones. De la experiencia en penal, los órganos son de tal magnitud que resulta difícil el control de los expedientes. Cada vez necesito un mayor número de funcionarios y la consecuencia es el descontrol. Lo ideal es que la ejecución no se desligue del juzgado que sentencia, y ya no por razones burocráticas, sino por principios, porque es el juez que dicta el que tiene que ejecutar. ¿Cómo pueden un juez y un secretario controlar a 27 funcionarios?

El tema de los funcionarios es punto y aparte. ¿Qué opina de la huelga en los juzgados de Violencia sobre la Mujer?

Es verdad que los funcionarios de Violencia están sometidos a un cierto estrés en el funcionamiento del juzgado, pero cuando se juega con valores tan importantes como los derechos de las mujeres maltratadas y con un problema de tal gravedad, pierde sentido. Sobre su posición de fuerza..., diré que no es la adecuada.
Al principio ha dicho que no tenemos derecho a quejarnos de nada. ¿Cómo se le puede devolver al ciudadano la fe en la Justicia?

Vengo diciendo muchas veces que en unas encuestas hechas a la puerta de los Palacios de Justicia, sorprendentemente, se puntuaba a la Administración de Justicia mejor respecto de otras encuestas de carácter general. Tenemos que trabajar por atender correctamente al ciudadano y además de forma afable, porque somos un servicio público de gran trascendencia que pretende garantizar el Estado de Derecho y, por tanto, la paz social.

¿Cómo se consigue eso?
Con nuestra actitud. Cuando juran los jueces a magistrados les digo que no caigan en la rutina, que no pierdan su ilusión en la Justicia, la que tuvieron en la primera sentencia que firmaron siendo jueces, porque para el justiciable es su asunto. Que no olviden cuando les temblaba la mano con la primera condena de prisión. Porque a mí no se me escapaban los presos ni los condenados. Siendo opositor con Luis Vives Marzal, estaba cantando los temas y para él era sagrado, no dejaba que nos interrumpieran. Un día le pasaron una nota y me dijo que parara. Firmó y me dijo: "Sabes que no dejo que me interrumpan, pero acabo de firmar un mandamiento de libertad y esto no puede esperar, un preso no puede estar ni un minuto más en prisión". Y no se me olvidó. Desde que estuve de juez de instrucción en Alcoy, cada mañana repasaba mi dietario y pasaba lista a todos mis condenados. A mí no se me escapaba un preso?...

Fuente: Diario Informacion, Domingo 27 de Abril 2008

No hay comentarios: