21 enero 2013

Los Procuradores tienen razon.

"Querido ministro… No te dejes seducir por los cantos de sirena de Cristóbal Montoro. Te espera en la soledad sonora de tu despacho una Penélope que teje y desteje el manto de la Justicia en la confianza de que tus decisiones respondan a la razón y a la equidad. Destruir de hecho la profesión de los procuradores permitiendo a los abogados irrumpir en un terreno hasta ahora vedado para ellos sería un error, querido ministro, un inmenso error. Bastantes problemas te zarandean para encender una nueva fogata por la ocurrencia de Montoro, que tiene pies pero no cabeza. La ocurrencia, digo, no el ministro. Antonio Álvarez-Buylla es un hombre muy inteligente. Ha robustecido el decanato del Colegio de Procuradores de Madrid con su sólida formación jurídica y unas ideas muy claras sobre el papel que abogados y procuradores juegan en la sociedad. Ha explicado, de forma tan clara que hasta Pedro Arriola lo entendería, que «la función del procurador en el proceso está más próxima al órgano jurisdiccional que a la parte, ya que en su actuación rige la necesidad de obrar con abstracción de la causa, colaborando con el juzgado o tribunal en la realización de los actos procesales que le están encomendados. Por ello, ante un posible conflicto de intereses, en el cual pueden encontrarse con un mandato contrario a la buena fe procesal por el mandante, el procurador tiene el deber de realizar su actuación ante los tribunales conforme a las exigencias procesales, ya que prima su papel de colaborador y cooperador con la administración de Justicia, respecto del interés de defensa de parte. De ahí, pues, que la imparcialidad e independencia del procurador se quebrarían irremisiblemente si fuera posible el ejercicio conjunto de ambas actividades profesionales, abogacía y procura». Más de 50.000 empleados en los despachos de los procuradores, así como sus familias; 10.000 procuradores y sus familias; 1.200 empleados de colegios de procuradores y sus familias están a la espera, entre el temor y el temblor de la zozobra, de que manifiestes de forma nítida lo que todos esperan de ti: el mantenimiento de la situación profesional de los procuradores, evitando la irrupción de los abogados en una profesión que ha demostrado hasta la saciedad su necesidad y su solvencia. Que el espíritu adánico quede para otros. Tú, querido ministro, desde la adolescencia has mantenido los pies sobre la realidad y eso te ha conducido con paso firme hasta el puesto dónde estás, con una opinión pública que desea por ti en el futuro responsabilidades aun mayores." LUIS MARIA ANSON. Las Cartas Boca Arriba. El Mundo. Domingo 20/01/13

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La función del procurador se aproxima más a la indolencia del órgano jurisdiccional que a la parte, ya que en su actuación ni se leen ni se preocupan de los escritos , sólo de su minuta, no colabora con el juzgado, pues no se arriesgan a practicar los emplazamientos de demanda. Por ello, cuando pueden encontrarse con un mandato contrario a la buena fe procesal por el mandante, lo que es raro pues no se leen los papeles, el procurador tiene el deber de realizar su actuación ante los tribunales conforme a las exigencias procesales -por lo visto los Tribunales no se enteran y los abogados son malísimos-. De ahí, pues, que la imparcialidad e independencia del procurador se quebrarían irremisiblemente si fuera posible el ejercicio conjunto de ambas actividades profesionales, abogacía y procura. Efectivamente los Procuradores se preocupan de atosigar al abogado porque no les paga el cliente y éste no entiende por qué debe pagar a un mensajero a precio de Notario.

Anónimo dijo...

Que fácil se habla desde la ignorancia. Como en toda profesión, hay procuradores y procuradores. El buen profesional trabaja con responsabilidad, y hace lo q su profesión requiere y obliga. Cuando un procurador atosiga al abogado para el pago de su minuta, por algo será, vamos digo yo. Cuando vas al dentista, pagas al momento, y q decir tiene cuando llamas a un fontanero .... tiene menos derecho a cobrar el q realiza un trabajo intelectual? Claro, como eso no se ve... si reclama su minuta con insistencia por algo será, no? No será q el cliente está eluduendo su pago? Por desgracia se encuentran con la figura interpuesta del abogado, q es el q tiene el contacto más directo con los clientes y quienes en muchas ocasiones tiran por tierra el trabajo del procurador, sin explicar realmente su función. Estás muy confundido cuando dices q no se enteran de nada. Muy al contrario. Salvan de muchos apuros y problemas, precisamente a abogados inexpertos o desconocedores de muchos aspectos jurídicos y procesales. Los q conicen a fondo el funcionamiento de los juzgados y del proceso son los procuradores. Profesión muy denostada y minusvalorada, precisamente por la pica publicidad q ha tenido y sigue teniendo. Es una pena, como en este país vse menosprecian las profesiones qcen otros países son tan valoradas, y de paso, tan bien remuneradas.